“Y en el
séptimo día, Dios descansó”. Bueno, no. Porque, fíjate: El domingo es el
día en que decidió que iba a descansar después de su creación,
pero el domingo es el día en que la gente va a misa.
Cuando las personas van a misa es el día que más plegarias hacen. Y nos han dicho que Dios siempre
escucha nuestras plegarias. Entonces estamos haciendo trabajar a Dios horas
extra el domingo, su día de descanso.
No sé cómo esté establecida la Ley Laboral allá en el Edén, pero asumo que para eso es el diezmo que nos piden en la misa: para pagar las
horas extra que ponemos a trabajar al patrón, ese día.
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