No, no me refiero a la inteligencia detrás del consorcio panificador
mexicano con un osito de preferencia sexual indefinida, me refiero al slang gringo que define a una mujer
atractiva pero pendeja.
Las bimbos son señaladas como
seres pocos inteligentes con diarrea verbal y estreñimiento intelectual. Pero es
un mito. Detrás de esa imagen de niña tonta existe una inteligencia superior a
cualquier otra.
Vamos a ponernos un poco técnicos por un instante, pero prometo retomar.
Existe una teoría, propuesta por Howard Gardner, que plantea la
existencia de Inteligencias Múltiples en
una misma persona. Es decir, no eres brillante o pendejo -con su escala de grises- si no que existen distintos tipos de
inteligencia para distintas situaciones. Según él, son siete tipos de
inteligencias: Lingüística, lógica/matemática, espacial, musical, corporal
cinestésica, intrapersonal e interpersonal.
Retomemos.
Una bimbo carece -en teoría- de cualquiera de estas siete;
es pendeja en todo… o eso es lo que queremos pensar. Necesitamos hacernos esta masturbación
mental para encontrar paz con nosotros mismos, porque no podemos aceptar que
una bimbo tiene un coeficiente intelectual
más alto que nosotros.
Vamos a los hechos. ¿Cómo es que una bimbo
puede tener una carrera universitaria? ¿Cómo consigue trabajo tan rápido y es
promovida antes que los genios en la organización? ¿Cómo consigue un esposo que
le ofrece todo sin tapujos? ¿Cómo se encuentra rodeada de tantas amistades? Pero
sobre todas las cosas ¿cómo es que siendo tan estúpida es una persona tan
feliz?
Es una realidad que las bimbos
consiguen lo que quieren con menor esfuerzo que cualquier otra persona. ¿Cómo
podemos tacharlas de idiotas?
Es debido a este análisis deductivo que invito a Howard Gardner para considerar
la adición de una octava inteligencia a su teoría: La inteligencia bimbo.
La inteligencia bimbo consiste en usar herramientas sociales para
conseguir sus metas con mayor efectividad que cualquier otro ser. Con todo y lo
pendejas que son, caen bien. Tienen ese no-sé-qué
que te hacen disfrutar de su compañía, ya sea para burlarte de su “falta de
inteligencia” o porque está hecha a mano por el mismísimo Zeus.
Detrás de esta máscara de deficiencia intelectual, se encuentra un ser
con capacidades superiores que le permite salirse con la suya y conseguir todo
lo que quiere, así sea mero capricho. Luego-luego
queremos justificar su superioridad intelectual tachándolas de prostitutas: “Ay,
seguro consiguen todo porque se acuestan con las personas”. Pero no es más que un consuelo de inferioridad
para la persona que lo exclama.
Independientemente de sus facilidades morales, las bimbos consiguen todo sin tener que acostarse con nadie. Basta con
generar la idea que la víctima en cuestión -Inception-
tiene una remota oportunidad de tocarla, para que acepte a sus demandas. Un
guiño de ojo, un beso en la mejilla o una sonrisa, son suficientes para
capturar a su presa y hacerla su súbdito, sin necesidad de ofrecer su cuerpo;
vamos… ¡ni una cena!
Las bimbos no tienen que esforzarse para conseguir lo que quieren, son
más inteligentes que eso. Su inteligencia no radica en solucionar sus
problemas, radica en tener el teléfono de quien se los puede solucionar y en que se lo hagan sin dar nada a cambio.
La próxima vez que juzgues a
una bimbo por pendeja piénsalo dos
veces; tal vez lo estés pensando mientras estás en la tintorería recogiendo su ropa.
2 comentarios:
Me gusto tu post. Bien fundamentado. Coincido en casi todos los puntos.
¡Muchas gracias por leer! Saludos.
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